En un impactante caso ocurrido en Houston, Texas, tres hermanos adolescentes fueron arrestados y acusados de agresión agravada luego de intentar asesinar a su madre. El motivo detrás del ataque habría sido que la mujer les desconectó el servicio de Wi-Fi en el hogar, lo que desató la furia de los jóvenes.
Según el informe de la policía del condado de Harris, los adolescentes, de 14, 15 y 16 años, planearon el ataque en represalia por la decisión de su madre. La mujer había optado por desconectar la conexión a Internet debido al tiempo excesivo que sus hijos pasaban en línea. Sin embargo, lo que parecía una medida disciplinaria derivó en un acto violento y premeditado.
Un ataque coordinado
Los jóvenes habrían tomado cuchillos de cocina y perseguido a su madre por toda la casa y hasta la calle, intentando apuñalarla. Durante el altercado, también la golpearon con un ladrillo en la cabeza. La abuela de los adolescentes, que intentó intervenir para proteger a su hija, también fue atacada y derribada, aunque afortunadamente no sufrió heridas de gravedad.
Las autoridades recibieron una llamada de emergencia y, al llegar a la vivienda, encontraron a la madre con heridas leves y en estado de shock. De inmediato, los tres adolescentes fueron detenidos y trasladados al Centro de Detención Juvenil del condado de Harris, donde enfrentan cargos por agresión agravada con arma mortal.
El impacto del caso
Este caso ha generado un fuerte debate sobre la dependencia de los jóvenes a la tecnología y la falta de control sobre el tiempo de uso de Internet. Psicólogos y expertos en conducta juvenil advierten que el abuso de la tecnología puede generar dependencia emocional y reacciones extremas cuando se limita su acceso.
Las autoridades han instado a los padres a establecer normas claras y saludables en torno al uso de dispositivos electrónicos, promoviendo el diálogo y evitando la confrontación directa en temas sensibles como el acceso a Internet.
Mientras tanto, los tres adolescentes continúan bajo custodia a la espera de su juicio, y la madre se encuentra recibiendo apoyo psicológico tras el traumático episodio. Este incidente es un recordatorio de la importancia de una comunicación efectiva dentro del núcleo familiar para evitar situaciones de violencia extrema.